Antes de volvernos a Madrid, el 26 de Diciembre pasado, tuve una de las experiencias màs fatigantes q las que debo acostumbrarme para el futuro: el aluviòn, casi la invasiòn,
de los bebès bronquìticos..
Estaba yo tan tranquilo el fin de semana del 20 y 21 de Diciembre haciendo la guardia de Kiné respiratoria, yendo cada hora y media al cabinet a ver si alguien habìa dejado mensajes en el contestador del telèfono (sì, mi "confrére" -colega-,con màs experiencia -lleva toda su vida allì y fue el que fundò el cabinet- no ha decidido intentar el desvìo de llamada, o no sabe, asì que debemos ir al cabinet a echar un ojo);no llamò nadie en todo el fin de semana para decirme que su bebè estaba hiper-"encombrado"(lleno de moco, vamos), y pensè que eso era bueno.
El Lunes por la mañana me tocaba estar en el cabinet, como es habitual, y comenzò la tormenta de llamadas de telèfono;como no tenemos secretaria para apagar fuegos tuve que compaginar mi labor de kiné con mis pacientes, y la labor de Ofelia (la secretaria del Superintendente Vicente,el de la T.I.A de Mortadelo y Filemòn) para atender las llamadas.fue mi dìa de suerte,por la cantidad de pacientes que pillè, pero era el presagio de la pesadilla que serìan ese lunes, el Martes y el mièrcoles.
Aparte de mis pacientes programados en plenas vacaciones navideñas para esos tres dìas -hasta la noche del 24- tuve que torear con profesionalidad y buen hacer a unos 15 bebès que fueron, en su mayorìa, entre el Martes y el mièrcoles.Tuve incluso, en algùn momento de la tarde del Martes, que enviar a algùn paciente habitual no urgente a su casa para no hacerle esperar màs, debido al "acoso" del aluviòn de bebès.
Me quedè con las ganas de continuar sus sesiones de kiné, pero como el Jueves 25 era festivo y el Viernes 26 nos venìamos a Madrid, enviè, como buen profesional, a esos bebès al kiné que iba a estar de guardia , que iba a ser el mìsmo para el 24-25 y 27-28 (fin de semana).De hecho, muchos vinieron de su parte porque èl estaba tambièn desbordado en su pueblo, Vertolaye, al lado de Ambert(20 minutos en coche).
Y esto me vino bien para acabar el año, para saber que poco a poco me adapto a la vida laboral en Francia, que por ahora estoy contento con mi forma de trabajar y que siempre hay cosas por pulir al comenzar un paciente nuevo.
Me pasè unos dìas de descanso perfectos con la familia, a pesar de haber estado malo (los dos estuvimos malos) dos dìas, y ha sido suficiente (vale, nunca es suficiente) para recargar las pilas y volver a la rutina de levantarse pronto, dar de comer al gato, desayunar juntos, irse cada uno por su lado, comer solos, trabajar màs y volver cuando el sol se ha escondido, cenar, pasar juntos lo màximo y luego irse a dormir, para esperar con ansias el fin de semana.
Os saludo mientras degusto un super chocolate de pastelerìa que me ha regalado mi "confrére" (yo le he regalado una cajita de minipuros Montecristo, que los està bien aprovechando) .