Tres dias de cabinet frenéticos... y la gente muy maja... y un frìo de jiñarse.

Comencemos diciendo que tengo los fardelejos asustaos a causa del frìo que hace aquì por la mañana;me levanto a las 7, doy de desayunar a Cacahuète (cacahuete para los canis)-es lo primero que hago porque ella es una brasas pero muy "salà";duerme con nosotros,se levanta cuando nosotros, come con nosotros,...y hasta parece que nos habla y todo-),me ducho,me visto, y voy preparando el desayuno mientras la parienta hace lo mìsmo que hice yo antes.Desayunamos y cada uno por su lado a currar; la diferencia: yo estoy aùn en fase de aclimataciòn metereològica,porque aquì es francamente extraño el tema.

Como decìa antes, al salir, siento en mis interiores madrileños que mis amiguetes, cabizbajos, tiemblan del frìo desgraciado y puñetero que hace.El coche, heladito, y claro, es como meterte en un frigorìfico de carnicerìa en tanga en pleno mes de Diciembre en cualquier puerto de montaña tipo Navacerrada.Mis amiguetes,los cabizbajos, hasta que no notan una corriente de aire caliente, no se espabilan y comienzan su danza...

Digamos que el sìmil ha quedado claro.Y que el frìo es bastante fuerte.

El lunes comencé en el cabinet,acojonadillo por varios motivos: organizarme la agenda de pacientes en cabina y a domicilio, hablar con todo el mundo -eso sì, ayudan en todo- ,inclusive por telèfono, empezar -porque es complicadillo entender el sietema administrativo del paìs- a entender la administraciòn a la hora de gestionar todo lo de los pacientes, habituarme a unos horarios de 8 a 12/12.30 y de 14 a 18,18.30,19,19.30.Y por ùltimo, compaginar ese horario de trabajo -en funciòn de mi agenda de pacientes- con la vida privada(vida comùn, tareas del hogar,hacer compra,...es decir, 50%-50% como mìnimo, o 70%-30% si hace falta).

La jornada del lunes fue frenètica, extrañamente frenética,pero es comprensible;el martes, ya fui pilotando el tema administrativo,y la agenda ya la iba controlando,y hoy miércoles he progresado también.Y en cuanto a los domicilios, los que me conocen saben que de conducir,...los coches de choque de las ferias era lo que màs conducìa en Madrid,y que era màs un "peligro" -palabra malintencionada utilizada a modo de chascarrillo y rigolada que se aleja de la realidad- que una ayuda en carretera-vamos, como rompetechos intentando conducir una carretilla-;pero eso ha cambiado.Voy con el GPS tan contento para conducir por una pequeña ciudad,y para llegar a domicilios que,en unos cuantos casos, estàn escondidos tras un àrbol,camuflados por un puente o por un huerto de tomates,o por un establo, o dejados de la mano de Dios en un paraje solitario de vacas,ocas,perros,gatos,gomibayas y cosas por el estilo...y va el GPS, por ceirto, y se me confunde de ruta -me lleva donde querìa, pero por un camino de cuando los galos iban de picnic,y no por el camino "moderno",200 metros màs atràs.Son cosas que pueden pasar.Cualquier dìa me transporta al año 1985 como en "Regreso al Futuro".

Retornando a la metrorologìa -se nota que me ha dejado traumatizado-, desde el lunes hasta hoy,por la mañana hacìa tal frìo que el coche tardaba en arrancar,los cristales helados,... 4 grados! y a las 12 iba en manga corta con gafas de sol,la ventana del conductor bajada escuchando Led Zeppelin -para no escuchar a al brasas del GPS,porque me vale el dibujito con la flecha-,y esta noche otra vez al fresco.

Asì es la vida.Por cierto, voy a ver qué tengo para mañana jueves,antes de acostarnos.Mientras, la parienta corrigiendo cuadernos de sus peques y Cacahuète intentando atrapar moscas imaginarias -no se da cuenta de que las moscas aquì llevan bufanda de Lacoste y caen por su propio peso al suelo-.

Saludetes.